miércoles, 24 de noviembre de 2010

Es que tengo un pronto y yo un paño

Queridos amiguitos del tambor y la corneta, tener lo que se dice tener no se si tendré alguna virtud, pero en cuestión de defectos tengo una colección como para alicatar las paredes del Museo del Prado.
Que duda cabe que lo bonito estaría en que vendiera bien el género ante las mozas del lugar enumerando mis bondades por ver si alguna incauta picara el anzuelo; no obstante y muy en mi linea de caballero honrado, decente y español, hablaré de uno de mis defectos, y es que aunque me duela reconocerlo tengo un pronto mu malo.

Suelo contestar artículos, post en foros y otros berenjenales... a veces no mido mis palabras, hoy que tenido que borrar miserablemente un par de comentarios en el face, para no ser tachado de cabronías fino.
Aun con todo y con eso, y en un intento de salvar mi reputación, que mi honor no quede en entredicho y, lo que es mas importante, evitar en la medida de lo posible ser la diana de las insidias, diré que esta actitud, que si bien es cierto que no es de ningún tipo justificable, no lo es menos que obedece siempre a razones de peso.

Hay quien pierde los papeles cuando le nombran a la Virgen de la Macarena, los hay que pierden el norte cuando le cuestionan la honra de su santa hermana o de su inmaculada madre. Luego estan los que se ponen de manos cuando les dicen que esta bien que Gibraltar no sea español ni las Malvinas argentinas, también estan los que pierden completamente los estribos cuando les insinuan que el Determinismo se basa en que todo acontecimiento tiene causa en otro acontecimiento anterior y que el mundo se despliega segun un esquema ordenado y regido por leyes (aunque a decir verdad estos son los menos) y por ultimo estan los que montan en cólera cuando les dices que para hacer una tortilla de camarones es imprescindible la huevina y el rebocín.

Yo damas y caballeros soy de los que opinan que por mucho que le joda a Einstein, en principio da la impresión no solo de que Dios juega a los dados con el devenir de la existencia, sino que además la tierra es su casino preferido, y claro cuando me llevan la contraria en eso ¡me pongo de manos!

De todas formas lo mio no es preocupante, porque aunque no lo parezca, al final nunca llego a atizar a nadie, no llega la sangre al rio, ni hay damnificados. Y es que, otro de mis defectos, es que suelo dejar determinadas cosas a medias, y que ademas como dice ese viejo proverbio chino: "San Isidro labrador, poco mordedor".

Nos vemos en el espejo

No hay comentarios: